En 2022, la Unión Europea aprobó la Ley de Mercados Digitales tras largas negociaciones. El Reglamento entró en vigor el pasado mes de mayo, y en septiembre se dieron algunos pasos importantes para su aplicación.
A primera vista, esta ley no tiene mucho que ver con la privacidad. Pero en términos prácticos, podría ser muy, muy importante. He aquí lo que dice la Ley de Mercados Digitales y por qué es importante.
- ¿Qué es la Ley de Mercados Digitales?
- ¿Cuándo se aplica la Ley de Mercados Digitales?
- ¿Por qué estas empresas?
- ¿Qué dice la Ley de Mercados Digitales?
- ¿Por qué es importante la Ley de Mercados Digitales para la privacidad?
¿Qué es la Ley de Mercados Digitales?
La Ley de Mercados Digitales es una ley antimonopolio cuyo objetivo es hacer que los principales mercados en línea sean justos y competitivos, indicando a monopolios como Google y Meta lo que pueden y no pueden hacer tanto con sus usuarios como con las empresas que anuncian sus servicios en sus plataformas.
¿Cuándo se aplica la Ley de Mercados Digitales?
La DMA sólo se aplica a un número muy reducido de empresas que cumplen criterios muy específicos. Estos criterios son evaluados y reevaluados periódicamente por la Comisión Europea.
Ahora mismo, la Ley sólo cubre a seis empresas: GAFAM (Google, Apple, Meta, Amazon y Microsoft) y ByteDance, propietaria de TikTok. No todos los servicios de estas empresas están cubiertos por la ley: por ejemplo, Windows y LinkedIn están cubiertos por la DMA, pero Edge y Bing no lo están, presumiblemente porque Google controla los mercados de navegadores y búsquedas web casi por completo.
¿Por qué estas empresas?
El objetivo principal de la DMA es regular las principales plataformas que actúan como intermediarios clave entre las empresas y los usuarios: pensemos en Facebook, Google Search, Amazon Store, TikTok, etcétera. Las empresas sometidas a la DMA no son simplemente Big Tech: están monopolizando Internet y convirtiéndose en un punto de estrangulamiento para la economía en línea y, por extensión, ¡una buena parte de toda la economía minorista!
Por eso Netflix y Spotify no entran en la Ley a pesar de su tamaño, volumen de negocio y base de usuarios.
Es un secreto a voces que la UE decidió primero centrarse en plataformas específicas y luego ideó criterios para incluirlas en la Ley sin dar nombres. Al Congreso de EE.UU. no le gusta que la mayoría de las empresas sean estadounidenses y acusa a la UE de proteccionismo. Por otra parte, una mejor aplicación de la legislación antimonopolio estadounidense habría evitado que algunos GAFAM se convirtieran en un problema político de tal envergadura.
¿Qué dice la Ley de Mercados Digitales?
La DMA incluye una larga lista de normas. En el sitio web de la Comisión Europea se puede encontrar un resumen exhaustivo.
Estos son algunos de los puntos clave:
- Ya no se permiten ciertas estrategias anticompetitivas. Por ejemplo, Amazon ya no puede favorecer sus propios productos en Amazon Store ni fijar precios fuera de la tienda imponiendo una cláusula de nación favorecida.
- la interoperabilidad y la portabilidad de datos pasan a ser obligatorias en determinados supuestos
- las empresas deben compartir ciertos datos con sus competidores
En algunos aspectos importantes, la DMA va más allá de la legislación antimonopolio tradicional al obligar a los monopolios a fomentar activamente la competencia en mercados donde ésta es escasa o inexistente. En otras palabras, la legislación antimonopolio se compone tradicionalmente de "no hacer", pero la DMA incluye también muchos "hacer".
Todos estos "do's" son puñaladas al modelo de negocio monopolístico de las grandes tecnológicas. Por ejemplo, los motores de búsqueda (léase Google Search, ya que es el único motor de búsqueda que entra en el ámbito de aplicación de la Ley) tendrán la obligación de **compartir con sus competidores los datos de búsqueda y consulta **en condiciones justas, razonables y no discriminatorias. Los datos de consulta son una de las informaciones más preciadas de Google y un elemento central de su ventaja sobre sus competidores.
Asimismo, imponer la interoperabilidad y la portabilidad de los datos reduce los costes de cambio para los usuarios finales. En otras palabras, facilita que los usuarios cambien de servicio y dificulta que las plataformas dominantes los retengan por el "efecto cerrojo".
Todos estos "do's" son muy importantes. En gran medida, el éxito de la Ley dependerá de la capacidad y la voluntad de la Comisión Europea de hacer cumplir con firmeza tanto los "sí" como los "no" de la Ley.
¿Por qué es importante la Ley de Mercados Digitales para la privacidad?
La privacidad en línea y la competencia están inextricablemente unidas, y necesitamos ambas para mejorar Internet.
A menudo decimos que el público está cada vez más preocupado por la privacidad. Y, sin embargo, las máquinas de vigilancia como Facebook y Google no pierden un ápice de su cuota de mercado. ¿Por qué?
Porque los consumidores no tienen a dónde ir. Los productos que le gustan están en Amazon, sus amigos en Instagram, sus padres en Facebook y sus compañeros de trabajo se comunican por WhatsApp. Por diseño deliberado, ninguno de estos servicios es interoperable con nada más (Whatsapp tiene un pase debido al cifrado, pero los demás no tienen excusa). La idea de que puedes dejar de usar estos servicios es una ficción cómoda para justificar cláusulas profundamente injustas bajo el pretexto de que eres libre de rechazarlas, como ponen de relieve dos recientes acciones legales contra Meta.
Los gigantes tecnológicos se han pasado años aplastando a sus competidores mediante prácticas comerciales desleales y comprando a los supervivientes (véase Instagram). Ahora, ellos ponen las reglas. Y las reglas siempre incluyen políticas de privacidad injustas y criminales (sí, incluso las de Apple, no te creas sus afirmaciones sobre privacidad).
La monopolización de Internet es la razón por la que estamos atrapados con las grandes tecnológicas y sus servicios ávidos de datos e invasivos de la privacidad. Si Facebook se enfrentara a una competencia real, la mitad de su base de usuarios se habría ido después de las revelaciones de Edwards Snowden, y la otra mitad se habría ido después de Cambridge Analytica.
Si iOS y Android se enfrentaran a una competencia real, pocos consumidores comprarían teléfonos con rastreadores de publicidad ilegales.
Y si YouTube se enfrentara a una competencia real, los usuarios no estarían atrapados en una plataforma que husmea en sus navegadores y los castiga por usar bloqueadores de anuncios.
La DMA promete cambiar eso. La Ley reconoce que el estado actual de los principales mercados en línea no está bien. El coste para la privacidad de una Internet monopolizada no es sostenible a largo plazo. Lo mismo ocurre con otros costes económicos y sociales, como la cada vez menor variedad de ofertas en el mercado, el trato injusto y depredador de las empresas y la penosa remuneración de los creadores de contenidos.
La DMA quiere poner fin a esta situación reduciendo el tamaño de los gigantes digitales. Si lo consigue, la mejora de la privacidad será uno de los muchos beneficios que cosechará.